A esta tierra se vino para ser eternos, jamás para simplemente, nacer, crecer, reproducirnos y morir. Pensar eso es ir en contra de la madre que nos creó, la que constantemente crece en sabiduría e inteligencia, porque solo existe para que la vida se mantenga y se expanda, esa interrelación con la madre, que tiene el ser de este mundo, es la que nos hace hijos del creador sin nombre y sin fin.