Pensar que el universo proviene de la nada, es creer que somos el resultado de nada. Pero al observar las hermosas abejas, al contemplar su inteligencia para mantener la vida en un planeta tan inmenso, siendo ellas tan pequeñas, podemos concluir que venimos del TODO, un TODO, que es vivo, omnipotente, disciplinado, inteligente, sabio, inconmensurable, amoroso, ordenado, reciproco y equilibrado. Porque es ilógico pensar que de la nada, emergió tanta inteligencia depositada en la infinidad de abejas que existen.